Tras finalizar la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, vale la pena sacar algunas conclusiones sobre los países latinoamericanos a partir de los discursos pronunciados durante esta semana. Si bien estos discursos no capturan la totalidad de la política doméstica e internacional de estos países, sí pueden tomarse como indicativos de las principales preocupaciones y avances en diferentes áreas. Así, los temas del cambio climático y la preservación del medio ambiente son prácticamente un común denominador dentro de las preocupaciones de los países de la región. De igual forma, aparece casi un consenso general respecto a la necesidad de reformar las Naciones Unidas y, en particular, su Consejo de Seguridad. Otros temas de común interés para los gobiernos de la región son la crisis financiera internacional y los problemas conocidos en Haití, Israel, Irán y Cuba.
Independientemente de la incidencia que cada pais latinoamericano pueda tener sobre estos temas, su preocupación por ellos es loable y es también prueba de su carácter cosmopolita que es la razón de ser de las Naciones Unidas. Sin embargo, hay otro tipo de fenómenos sobre los cuales las posturas de los gobiernos de la región son mucho más variadas; me refiero a aquellos fenómenos que transcienden las fronteras nacionales pero sobre los cuales cada uno de estos países sí tiene una incidencia directa. Es decir, no es lo mismo que un país pequeño se manifieste respecto al calentamiento global o al ataque a la flotilla rumbo a Gaza, a que el mismo país encuentre problemas comunes con sus vecinos y desarrolle con ellos proyectos de cooperación para solucionarlos.
Con este criterio se identifican claramente dos grupos: aquellos países que pasan de los intereses de carácter global a sus problemas y éxitos netamente domésticos, y aquellos que se ubican en una posición intermedia según la cual sus problemas individuales y los de carácter global tienen un punto de conexión: su región. En un extremo de este espectro se ubican países como Argentina cuya presidenta pasa de atacar al consenso de Washington y al Fondo Monetario Internacional, a recordar su preocupación por las Malvinas y el ataque terrorista en 1992 a la embajada de Israel por un grupo de extremistas Iraníes. Comenta los cambios en la política económica argentina durante los últimos años y los beneficios que esta ha traído, pero no hace mención alguna a procesos de integración regional, al aprovechamiento de oportunidades á través de proyectos con países vecinos, o a los avances alcanzados en estas areas. Una situación similar se tiene en el caso de México, país que, de acuerdo al discurso, no pareciera estar sufriendo las consecuencias de problemáticas en las cuales sus vecinos al norte y al sur juegan un papel trascendental.
Entra también en este grupo Honduras cuyo discurso gira en torno a problemas locales, mientras que al hablar de cooperación internacional solo considera países ricos en otros lugares del planeta. Otro caso de esta naturaleza es el de Bolivia, cuyo discurso pasa de los efectos de la nacionalización de campos petroleros a dar un viaje por Irak, Irán Afganistán y Palestina, llegando a temas de migración a Estados Unidos y Europa, pero no toca temas que involucren a sus vecinos o principales socios comerciales. De forma similar aparece Nicaragua que a excepción de una breve mención del ALBA oscila entre lo local y lo global, así como los casos de Cuba, Guatemala, Panamá, Uruguay y Chile. Respecto a este último su presidente dice estar aislado geográficamente del resto de la región y del mundo; sin embargo, más que el aislamiento geográfico la idea que queda en el ambiente tras escuchar el discurso, es una de aislamiento político, social y económico.
El segundo grupo de países es aquel que ve en la región una causa de sus problemas al tiempo que la fuente de oportunidades para superarlos. El líder indiscutible de este grupo es Brasil en cuyo discurso se destacan los lazos que ha trazado con otros países de la región, el fortalecimiento de Mercosur y Unasur, y el papel desempeñado en la resolución de conflictos entre países latinoamericanos. Pertenece también a este grupo Colombia, que resalta las oportunidades de la región y se propone como su representante gracias a la experiencia adquirida en la lucha contra las drogas y terrorismo -problemas ubicuos en el continente. Caso similar ocurre con República Dominicana y El Salvador, preocupados principalmente por problemas regionales como el narcotráfico, la violencia generada por los carteles de las drogas y el tráfico de armas. Por su parte Ecuador, Paraguay y Venezuela enfatizan la necesidad de la integración regional considerándola un espacio para la reducción de la desigualdad y el fortalecimiento de la democracia, al tiempo que destacan la importancia de la cooperación Sur-Sur. Perú destaca sus avances en la relación con Ecuador que incluyen la construcción de carreteras y puentes entre ambos países, la integración de sus sistemas de seguridad social y la constitución de consulados y embajadas de carácter binacional.
En las ciencias sociales se destaca la importancia de los lazos horizontales entre miembros de una comunidad como una de las claves para su desarrollo político y un buen desempeño económico. A riesgo de caer en la trampa de la extrapolación de condiciones nacionales a contextos internacionales, me atrevo a decir que aquellos países que desarrollan lazos con otros semejantes están, a mediano y largo plazo, en una posición mucho más favorable que aquellos que exclusivamente desarrollan lazos verticales con países más desarrollados económica, política y militarmente. Son prueba de ello el nacimiento de la Unión Europea en el primer caso, y las dictaduras latinoamericanas a lo largo del siglo XX en el segundo.
Como dije al inicio, los discursos pronunciados esta semana no representan la totalidad de la política ningún pais: están lejos de ello, desde luego. Sin embargo, al darnos una idea acerca de sus prioridades, nos muestran un grupo de países concentrados exclusivamente en sus problemas domésticos, que identifican sus intereses con los de los países más ricos, o se limitan a buscar en el primer mundo responsables por sus pobres resultados. Al mismo tiempo, estos discursos nos muestran otro grupo de países que luego de identificar problemas a nivel regional están trabajando conjuntamente para solucionarlos, así como para aprovechar las múltiples oportunidades que también ofrece la región.
Es importante que la experiencia de modelos anteriores cuyo fracaso obedeció en buena parte a la falta de reconocimiento de la importancia de los lazos horizontales entre países con realidades similares, sirva como ejemplo para la política de los próximos años, y prevalezca el modelo de cooperación regional. No obstante, en muchos casos resulta más fácil para cada pais desarrollar mecanismos de cooperación con países ricos que promover la cooperación con sus similares, lo cual dificulta la integración regional. La actitud decidida de países como Brasil genera algo de optimismo, por lo cual es necesario que otros países de la región sigan su ejemplo. Ya es hora de dejar de mirar hacia el norte para, por fin, desarrollar un proyecto regional que le permita a Latinoamérica competir con los otros bloques que se forman a lo largo del mundo.
Adenda:
A propósito de la coherencia de los discursos y las visiones de los latinoaméricanos, resulta interesante la percepción de la región por parte del vecino del norte. Dados los múltiples problemas por todo el mundo, no sorprende que en el discurso de Obama haya habido sólo una mención a la región o alguno de sus países. Lo que sí parece humor negro es ver cual fue esa mención. Hacia el final del discurso el presidente estadounidense dice que "celebramos el coraje de un Presidente en Colombia quien voluntariamente se hizo a un lado", ante la mirada atónita de la delegación Colombiana. ¿Desconocen quienes le escriben los discursos a Obama que Uribe fue impedido de permanecer en la presidencia por un fallo de la corte constitucional y no "por su propia voluntad", o es que hay quienes ya están interesados en re-escribir esta historia? Quisiera quedarme con la hipótesis de que Obama estaba siendo sarcástico pero nadie lo entendió.
Independientemente de la incidencia que cada pais latinoamericano pueda tener sobre estos temas, su preocupación por ellos es loable y es también prueba de su carácter cosmopolita que es la razón de ser de las Naciones Unidas. Sin embargo, hay otro tipo de fenómenos sobre los cuales las posturas de los gobiernos de la región son mucho más variadas; me refiero a aquellos fenómenos que transcienden las fronteras nacionales pero sobre los cuales cada uno de estos países sí tiene una incidencia directa. Es decir, no es lo mismo que un país pequeño se manifieste respecto al calentamiento global o al ataque a la flotilla rumbo a Gaza, a que el mismo país encuentre problemas comunes con sus vecinos y desarrolle con ellos proyectos de cooperación para solucionarlos.
Con este criterio se identifican claramente dos grupos: aquellos países que pasan de los intereses de carácter global a sus problemas y éxitos netamente domésticos, y aquellos que se ubican en una posición intermedia según la cual sus problemas individuales y los de carácter global tienen un punto de conexión: su región. En un extremo de este espectro se ubican países como Argentina cuya presidenta pasa de atacar al consenso de Washington y al Fondo Monetario Internacional, a recordar su preocupación por las Malvinas y el ataque terrorista en 1992 a la embajada de Israel por un grupo de extremistas Iraníes. Comenta los cambios en la política económica argentina durante los últimos años y los beneficios que esta ha traído, pero no hace mención alguna a procesos de integración regional, al aprovechamiento de oportunidades á través de proyectos con países vecinos, o a los avances alcanzados en estas areas. Una situación similar se tiene en el caso de México, país que, de acuerdo al discurso, no pareciera estar sufriendo las consecuencias de problemáticas en las cuales sus vecinos al norte y al sur juegan un papel trascendental.
Entra también en este grupo Honduras cuyo discurso gira en torno a problemas locales, mientras que al hablar de cooperación internacional solo considera países ricos en otros lugares del planeta. Otro caso de esta naturaleza es el de Bolivia, cuyo discurso pasa de los efectos de la nacionalización de campos petroleros a dar un viaje por Irak, Irán Afganistán y Palestina, llegando a temas de migración a Estados Unidos y Europa, pero no toca temas que involucren a sus vecinos o principales socios comerciales. De forma similar aparece Nicaragua que a excepción de una breve mención del ALBA oscila entre lo local y lo global, así como los casos de Cuba, Guatemala, Panamá, Uruguay y Chile. Respecto a este último su presidente dice estar aislado geográficamente del resto de la región y del mundo; sin embargo, más que el aislamiento geográfico la idea que queda en el ambiente tras escuchar el discurso, es una de aislamiento político, social y económico.
El segundo grupo de países es aquel que ve en la región una causa de sus problemas al tiempo que la fuente de oportunidades para superarlos. El líder indiscutible de este grupo es Brasil en cuyo discurso se destacan los lazos que ha trazado con otros países de la región, el fortalecimiento de Mercosur y Unasur, y el papel desempeñado en la resolución de conflictos entre países latinoamericanos. Pertenece también a este grupo Colombia, que resalta las oportunidades de la región y se propone como su representante gracias a la experiencia adquirida en la lucha contra las drogas y terrorismo -problemas ubicuos en el continente. Caso similar ocurre con República Dominicana y El Salvador, preocupados principalmente por problemas regionales como el narcotráfico, la violencia generada por los carteles de las drogas y el tráfico de armas. Por su parte Ecuador, Paraguay y Venezuela enfatizan la necesidad de la integración regional considerándola un espacio para la reducción de la desigualdad y el fortalecimiento de la democracia, al tiempo que destacan la importancia de la cooperación Sur-Sur. Perú destaca sus avances en la relación con Ecuador que incluyen la construcción de carreteras y puentes entre ambos países, la integración de sus sistemas de seguridad social y la constitución de consulados y embajadas de carácter binacional.
En las ciencias sociales se destaca la importancia de los lazos horizontales entre miembros de una comunidad como una de las claves para su desarrollo político y un buen desempeño económico. A riesgo de caer en la trampa de la extrapolación de condiciones nacionales a contextos internacionales, me atrevo a decir que aquellos países que desarrollan lazos con otros semejantes están, a mediano y largo plazo, en una posición mucho más favorable que aquellos que exclusivamente desarrollan lazos verticales con países más desarrollados económica, política y militarmente. Son prueba de ello el nacimiento de la Unión Europea en el primer caso, y las dictaduras latinoamericanas a lo largo del siglo XX en el segundo.
Como dije al inicio, los discursos pronunciados esta semana no representan la totalidad de la política ningún pais: están lejos de ello, desde luego. Sin embargo, al darnos una idea acerca de sus prioridades, nos muestran un grupo de países concentrados exclusivamente en sus problemas domésticos, que identifican sus intereses con los de los países más ricos, o se limitan a buscar en el primer mundo responsables por sus pobres resultados. Al mismo tiempo, estos discursos nos muestran otro grupo de países que luego de identificar problemas a nivel regional están trabajando conjuntamente para solucionarlos, así como para aprovechar las múltiples oportunidades que también ofrece la región.
Es importante que la experiencia de modelos anteriores cuyo fracaso obedeció en buena parte a la falta de reconocimiento de la importancia de los lazos horizontales entre países con realidades similares, sirva como ejemplo para la política de los próximos años, y prevalezca el modelo de cooperación regional. No obstante, en muchos casos resulta más fácil para cada pais desarrollar mecanismos de cooperación con países ricos que promover la cooperación con sus similares, lo cual dificulta la integración regional. La actitud decidida de países como Brasil genera algo de optimismo, por lo cual es necesario que otros países de la región sigan su ejemplo. Ya es hora de dejar de mirar hacia el norte para, por fin, desarrollar un proyecto regional que le permita a Latinoamérica competir con los otros bloques que se forman a lo largo del mundo.
Adenda:
A propósito de la coherencia de los discursos y las visiones de los latinoaméricanos, resulta interesante la percepción de la región por parte del vecino del norte. Dados los múltiples problemas por todo el mundo, no sorprende que en el discurso de Obama haya habido sólo una mención a la región o alguno de sus países. Lo que sí parece humor negro es ver cual fue esa mención. Hacia el final del discurso el presidente estadounidense dice que "celebramos el coraje de un Presidente en Colombia quien voluntariamente se hizo a un lado", ante la mirada atónita de la delegación Colombiana. ¿Desconocen quienes le escriben los discursos a Obama que Uribe fue impedido de permanecer en la presidencia por un fallo de la corte constitucional y no "por su propia voluntad", o es que hay quienes ya están interesados en re-escribir esta historia? Quisiera quedarme con la hipótesis de que Obama estaba siendo sarcástico pero nadie lo entendió.