-Calle 13- |
En un debate entre el ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria y el ex Senador Gustavo Petro acerca de la película colombiana Retratos en un Mar de Mentiras, se toca la discusión acerca del papel del arte en la sociedad. Gaviria propone que el cine, en lugar de tratar temas tan crudos como la violencia paramilitar y el desplazamiento forzado, sería más interesante si tuviera un enfoque diferente y, en sus palabras: "con una sociedad mucho más alegre, con una sociedad mucho más brillante, con historias de estudiantes, historias de amor, historias de desengaño, historias incluso con elementos humorísticos." Petro, por su parte, defiende el enfoque de la película y desde allí hace un llamado por un arte crítico, consciente de la realidad de su momento y que muestre lo que muchas personas de otra forma nunca verían. Aclara que en casos como los de la Alemania Nazi o, en general, donde se llevan a cabo crímenes contra la humanidad, un tipo de arte diferente no tendría sentido.
Sin ánimo de entrar a discutir si todo arte debe o no estar relacionado con la realidad de su sociedad -ya que no pongo en duda la grandeza de muchas obras que no tienen esta característica- sí es preocupante el escenario contrario: un arte que nunca se enmarca en su realidad. Al hablar de arte popular -el único al que tiene acceso una gran parte de la población- es lamentable escuchar en radio cantantes que dan la sensación de vivir en un eterno ir y venir del amor al desamor, o ver en cine y televisión un mundo completamente diferente al que se ve en las calles. En general, aparte de un rato de diversión, muchos de estos artistas comerciales sólo contribuyen a que la sociedad se desconozca a sí misma, ignore u olvide su pasado y se limite a pensar en el presente; una exitosa estrategia comercial, desde luego, pero que deja un gran vacío por llenar. Por el contrario, es grato, por decir lo menos, encontrar trabajos artísticos comprometidos con la realidad y con un proyecto de sociedad.
En días pasados conocí el más reciente trabajo de la agrupación puertorriqueña Calle 13 y en él vi mucho de eso. Allí se tocan temas como la calidad de la educación, el desempleo, la violencia, diferencias de clase, la industria armamentista o los engaños orquestados desde el Vaticano, todos ellos de gran relevancia para la región. Sin embargo, es en cortes como 'El Hormiguero' donde se llega al trasfondo del concepto político y social que buscan transmitir. Con este término la agrupación se refiere a los inmigrantes latinoamericanos en los Estados Unidos y a la guerra silenciosa que se lleva a cabo día tras día: una confrontación que no es armada sino que consiste en el trabajo inmigrante con el que se lucha por la dignidad y los derechos de los trabajadores; una lucha contra esquemas racistas, guerreristas y opresivos; una lucha que poco a poco deja su huella en el país del norte.
Pero sin duda la joya de la corona en el álbum "Entren los que Quieran" es el corte titulado 'Latinoamérica' en donde los músicos cuentan con la colaboración de reconocidas cantantes como Totó La Momposina (Colombia), Susana Baca (Perú) y María Rita (Brasil). Musicalmente la canción incluye sonidos que hacen pensar en un viaje desde el sur del continente y que, con las voces invitadas, atraviesa los Andes para terminar desembocando en el mar Caribe. Se alcanza a percibir la influencia de grupos como Gotan Project así como múltiples sonidos antillanos. En un intento por construir cierta identidad latinoamericana, en su letra la canción recorre imágenes emblemáticas de la región: la fotografía de un desaparecido, fábrica de humo, mano de obra campesina, la altura que sofoca, o las muelas de mi boca mascando coca, por ejemplo. Al mismo tiempo, la canción hace un llamado a la concientización sobre la historia de la región y su mirada hacia el futuro con frases como: "la Operación Cóndor invadiendo mi nido, perdono pero nunca olvido".
Con este trabajo, y en continuación con sus discos anteriores, Calle 13 empieza a hacer parte de la constelación de artistas latinoamericanos críticos de la realidad de la región y con un interés de ofrecer utopías que a veces parecieran no existir en la política.
Es siempre loable la aparición de propuestas críticas de la realidad desde las artes, la ciencia y la literatura, más aún en momentos cuando se respiran aires de unanimismo en torno a ciertos proyectos políticos. Desde luego, siempre habrá voces que preferirán que se abandone tanta actitud contestataria y los artistas se restrinjan a cantar canciones de amor. Para ellos, al fin y al cabo, el mundo es un lugar maravilloso.
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Ver el debate sobre Retratos en un Mar de Mentiras aquí.
Ver video de 'Calma Pueblo' aquí.
Escuchar 'Latinoamérica' aquí.
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